19 noviembre 2007

Fuera de juego

El primer jugador cubano que debutó en Grandes Ligas fue Esteban Bellan, en 1871. El primer dominicano, Orlando Virgil, lo hizo casi un siglo después, en 1956. En la pasada temporada de las Mayores, participaron 79 dominicanos y apenas 9 cubanos.
El béisbol es un componente esencial de la cultura de ambos países, pero no se disfruta con la misma libertad en los dos terrenos. Mientras que el Centro León prepara una amplia exposición sobre los vínculos del béisbol con las identidades del dominicano, las autoridades cubanas acaban de censurar un documental de de Ian Padrón sobre la pasión de los habaneros por la pelota.
Una de las razones por las que fue prohibido el filme, es que en él aparecen el Duke Hernández y Kendry Morales. Los dominicanos que triunfan en Grandes Ligas son recibidos como héroes en su país. A cubanos como el Duke y Kendry no sólo se les impide volver, sino que son declarados traidores y su recuerdo es borrado hasta de los libros de anotaciones.
El béisbol en República Dominicana es una pasión de las que todos participan y que se incrementa día a día; pero en Cuba es nostalgia, exclusión, maniobra política, una de las tantas esencias que se están quedando fuera de juego.

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