01 abril 2013

Bear Claw!

En mi escritorio tengo una garra de oso. Cuando me pica la espalda, la alargo como si fuera la antena de un viejo radio portátil. Con una precisión inmejorable, logro que las uñas de metal apacigüen el hormigueo. A veces, aun sin escozor, despliego el artefacto y paso la garra por mi espalda. Eso ya se ha convertido en un reflejo incondicionado.
La gente de mi pueblo tenía muchas maneras de rascarse la espalda. Algunos se hacían de un palo de aroma en forma de garabato. Después de cortarle las espinas y descascararlo, lo ponían al sol por un día entero. Solía usarlo para muchas cosas: chapear, tumbar limones, levantar cosas del suelo o llegar hasta ese punto de la espalda que las manos no alcanzan. 
Lo más rudos se rascaban contra el pino que había frente a la escuela. A veces la corteza del enorme árbol llegaba a romperles las camisas, pero eso no impedía que siguieran frotándose contra él. Primero hacia los lados, luego de arriba a abajo. De todas las formas que había en el Paradero de Camarones de rascarse la espalda, la más amorosa era la de Aurelio y Atlántida. 
Sentado en su sillón de majagua, mi abuelo se doblaba hacia delante y, deslizando las uñas muy suavemente, las manos de mi abuela avanzaban en la dirección que el viejo les indicaba. 
—Más arriba, no, no, baja un poquito, no tanto, sube más, un tilín a la izquierda, menos, menos, a la derecha, sí, sí, casi, casi, sube un poquitico más… ¡Ahí! ¡Ahí! ¡Ay, qué alivio! 
En mi escritorio tengo una garra de oso. Cuando me pica la espalda, pienso en la gente de mi pueblo y en todas las maneras que tenían de rascarse. Pero solo la uso si no tengo a Diana cerca. De ser así, me limito a doblarme hacia delante. 
—Más arriba, no, no, baja un poquito, no tanto, sube más, un tilín a la izquierda, menos, menos, a la derecha, sí, sí, casi, casi, sube un poquitico más… ¡Ahí! ¡Ahí! ¡Ay, qué alivio!

3 comentarios:

salva33125 dijo...

Es de los gestos y lo cotidiano lo que haces arte...eso me gusta...por ello paso a tus paginas ...gracias

Anónimo dijo...

Haces poesía del cualquier cosa, C.

Freddy Ginebra dijo...

Eres increíble. Aplaudo tu inmenso talento.
Abrazos,