10 enero 2015

Tendedera


Hoy, cuando nos tomábamos el primer Bustelo de la mañana, Diana Sarlabous se puso de pie y me dejó solo. Mientras subía la escalera, dijo que quería escribir algo. Media hora después volvió y me leyó este pequeño texto. No pude resistir la tentación de compartirlo en El Fogonero.
En los 9 años que ya tiene este blog, se pueden contar con los dedos de las manos los textos hechos por otros. Si hoy hago otra excepción, es porque me hubiera gustado escribir “Mis trapitos al sol”. No podría explicar mejor el estilo de vida que Diana y yo llevamos, lo que somos y queremos seguir siendo.


MIS TRAPITOS AL SOL

Hoy es mi último día de las vacaciones de Fin de Año. Entre trámites burocráticos interminables y fiestas familiares, los días me han pasado volando. Hoy, por fin, he podido sentarme tranquilamente a navegar por Internet.
Me encanta visitar los blogs de temas de costuras. Esta vez descubrí a Sew n Sow y a Down to Earth.  Dos mujeres que han encontrado la felicidad de la vida simple y en sus bitácoras describen a diario todo lo que hacen y sienten, la cotidianidad de una existencia feliz, plena.
Leerlas me ha llenado de ilusión. Sin saberlo, ellas le han dado un gran impulso a mis nuevos proyectos. Gracias a la web, puedo encontrarme con personas que de otra manera me sería imposible conocer.
Hoy pude conocer a Victoria y a Rhonda, sus vidas, su familia, los que les hace feliz. Ellas viven en Australia. En nuestros planes de corto plazo visitar ese lejano continente no está contemplado. Pero conocerlas virtualmente ha sido fundamental para mí.
Ellas me demostraron que podemos seguir secando nuestros trapitos al sol, a la manera de la campesinos, sin temor a que los demás vean cómo somos realmente. No tenemos nada que esconder, pero sí tenemos mucho que compartir.
Diana Sarlabous

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