25 octubre 2016

Consignas, insultos

En abril de 1980, cuando miles de cubanos se refugiaron en la embajada del Perú en La Habana, el gobierno de Fidel Castro reaccionó con Actos de Repudio y Marchas del Pueblo Combatiente. En YouTube, a través de documentales y testimonios, se pueden constatar todas las atrocidades que cometió el régimen durante esa crisis.
Uno de aquellos días, el periódico Granma recopiló todas las consignas que gritaban los movilizados mientras insultaban, golpeaban y humillaban a los que no estaban de acuerdo y preferían marcharse de su país. Aunque aparecían malas palabras y frases realmente vergonzosas, el sentido de la publicación era “orientar al pueblo”.
Recuerdo que mi abuelo Aurelio (un jefe de estación que decía lo que en verdad pensaba cuando estaba bajo la protección de su sillón de majagua) cerró el periódico indignado: "¡Esto es fascismo!", dijo. Esa misma semana, la maestra vino a buscarme para un acto de repudio. Era en casa de Norberto, amigo inseparable en el aula y en los juegos.
Mi abuelo dijo que yo estaba enfermo de la garganta y no me dejó ir. No dio más explicaciones, ni a la maestra ni a mí; cuando la maestra se marchó, mi abuela Atlántida me dijo que lo hacía por mi bien. Gracias a eso no fui parte del horror, aunque no lo supe hasta muchos años después.
The New York Times acaba de recopilar todos los insultos que ha proferido Donald Trump durante su campaña (¿él pensará que son consignas?) y por un momento recordé a mi abuelo. Él hubiera dicho de Trump lo mismo que decía de Fidel.

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